Ácido hialurónico en la Osteoartritis
¿Qué es la osteoartritis?
La osteoartritis (OA) es la degradación gradual del cartílago articular a lo largo de un número de años , como consecuencia de un desequilibrio entre la síntesis y la degradación de la matriz del cartílago. Este equilibrio está regulado por elementos tales como las citoquinas, las agrecanasas y los factores de crecimiento, produciéndose cambios como resultado de factores como el envejecimiento, lesiones, anomalías genéticas o enfermedades.
Los cambios en la composición de la matriz del cartílago de la articulación llevan a una pérdida de la viscosidad y la elasticidad que contribuyen a la inflamación crónica y a la descomposición metabólica observada en la OA .
Los dos factores principales responsables de dichos cambios son:
- Incremento del número relativo de moléculas de AH de peso molecular inferior al normal.
- Reducción de la concentración de AH como resultado de la exudación.
Función del ácido hialurónico en la lubricación y absorción de impactos
El ácido hialurónico rellena el espacio intercelular de la red fibrilar de colágeno que rodea todas las células, los vasos sanguíneos y linfáticos, y los elementos neurales de los tejidos de las articulaciones, actuando como lubricante .
La concentración del polímero en el líquido sinovial normal es de 2-4 mg/ml, unas 10 veces lo que se requiere para la saturación. A esta elevada concentración, el AH produce una red continua de moléculas de polisacárido en la que se incrustan las fibras de colágeno. Esta red tiene unas propiedades de elastoviscosidad únicas e ideales para satisfacer las necesidades de la articulación. Gran parte del agua presente en la red no está unida a las moléculas de AH, de modo que los metabolitos disueltos tienen paso libre hacia y desde las células incorporadas a los tejidos conjuntivos rellenos de AH o adyacentes a estos .
La naturaleza elastoviscosa de la red basada en AH le permite adaptarse a la tensión mecánica aplicada. Cuando la articulación se somete a condiciones de poca fricción (por ejemplo, movimiento lento), las moléculas lineales de AH tienen tiempo de alinearse en la dirección del flujo y, por lo tanto, se comportan como un fluido viscoso, disipando la energía mecánica en forma de calor.
Cuando la articulación se somete a un impacto rápido, como ocurre al correr, las moléculas de AH no tienen tiempo de realinearse y, entonces presentan un comportamiento elástico. En este caso, la energía se almacena dentro de la red molecular y se absorbe el impacto aplicado al sistema hasta que esta energía puede disiparse en flujo viscoso .
Además de sus funciones reológicas y mecánicas, el AH puede limitar físicamente el paso de moléculas grandes, como el fibrinógeno, al espacio articular. Además, existen pruebas que indican que el AH ejerce una función reguladora de las actividades celulares del sistema linfomieloide (es decir, granulocitos, linfocitos y fagocitos mononucleares) y que puede inhibir la formación y la liberación de prostaglandinas por los macrófagos.
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