ROTURA MUSCULAR O CALAMBRE
Rotura muscular o espasmo muscular
Notar un pinchazo haciendo deporte puede ser uno de los motivos de consulta más habituales que nos encontramos en nuestra clínica y que más incertidumbre causa entre quién la padece.
Puede que nos encontremos simplemente ante un espasmo muscular o calambre, sin ser necesariamente una rotura de fibras. Pero, ¿cómo lo podemos diferenciar?
Lo normal es contrastar los signos hallados en la exploración clínica con un estudio eco gráfico o mediante resonancia. Por lo tanto la decisión más correcta es ponerse en manos de profesionales cualificados y con los medios necesarios para un diagnóstico más preciso y un abordaje temprano.
Sin embargo, si no disponemos de los medios necesarios para un diagnóstico preciso, podemos recurrir a una serie de factores, signos y síntomas que nos darán pistas sobre lo que realmente nos pasa.
- Si se percibió un fuerte chasquido, acompañado de impotencia funcional (no puede mover la parte afectada) y mucho edema/hematoma, hay muchas papeletas de estar ante una rotura importante, pudiéndonos encontrar incluso un arrancamiento muscular.
- Antecedentes en la misma zona.
- Sobrecargas en los días previos o en el mismo día que lleven el músculo a fatiga extrema.
- Conocer mecanismo lesional y comportamiento inmediatamente posterior (pudo seguir o no con la actividad)
Estas situaciones ayuda al profesional sanitario y al paciente a conocer un poquito más el posible alcance de la lesión, pero es necesario realizar una exploración exhaustiva en consulta para ver el verdadero alcance o al menos una primera hipótesis.
¿Qué hacemos en Fonseca y Ramos en estas situaciones?
Previa a la exploración ecográfica y tras una entrevista previa este es nuestro proceder:
- Observación: ver posible hematoma, trofismo muscular, comparación pierna sana y afecta. En caso de existir hematoma la rotura es evidente y solo podríamos definir magnitud con nuestro ecógrafo, siendo la forma de monitorizar la progresión de la lesión y marcando las fases del tratamiento.
- Palpación: palpación plana buscamos a lo largo de toda la musculatura zonas con mayor tono, edema o zonas con dolor. En esta fase se ponen en común sensaciones que manifiesta el paciente con lo percibido por el fisioterapeuta.
- Test: Buscamos que el músculo se contraiga respondiendo a diferentes estímulos, podemos testar la contracción isométrica-concéntrica-excéntrica desde diferentes ángulos para ver la capacidad contráctil. Si alguna de las contracciones es dolorosa a punto de dedo en alguna zona en comparación a la contracción bilateral podemos estar hablando de un rotura, mientras que en caso de espasmo muscular el dolor sería más general y difuso, aunque no es una práctica muy fiable, como hemos dicho nos orienta en nuestra hipótesis.
- Ecografia musculoesquelética: para terminar la exploración recurrimos a nuestro ecógrafo para ver el verdadero alcance de la lesión y con ello también poder medir la rotura y poder clasificarla. Nos ayuda también en la evolución y seguimiento, de manera que los pasos y decisiones que vamos tomando están respaldadas por la imagen actual del músculo y el estado de la lesión.
En conclusión, en caso de sufrir dolor muscular, ya sea de manera repentina o progresiva, ponte en contacto con profesionales sanitarios que puedan ayudarte. En Fonseca y Ramos fisioterapia estaremos encantados de ayudarte y acompañarte en tu proceso de recuperación, poniendo todos nuestros medios a tu disposición para una correcta recuperación.
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